La historia de una familia maldita.
Tampoco es una idea original, Beatrice es la bruja que hace un trato con un antepasado de la familia Ushiromiya. Al vencerse el plazo establecido, Beatrice vuelve para cobrar su parte del trato. En la isla de las gaviotas, propiedad privada de la familia, sus miembros y la servidumbre, se reúnen para ver si pueden encontrar una fortuna en lingotes de oro que supuestamente están escondidos en alguna parte de la isla. Nada de esto es nuevo, PERO, el giro inesperado sucede y apenas aparece la bruja Beatrice TODOS los personajes mueren en los primeros 4 episodios y después reviven. Pero hay alguien que piensa que es todo una ilusión y que nadie realmente murió y por ende, nadie realmente revivió. Y aquí inicia un círculo de muerte/vida/muerte/vida destinadas a probar la existencia de Beatrice.

La única imagen de Beatrice en la mansión es una desabrida pintura que inspira todo tipo de leyendas en la familia.
Los fans sin embargo se encargaron de crear imagenes mucho más interesantes de Beatrice.

La fuerza de los asesinatos y la creatividad que debe emplear Beatrice para demostrar su existencia se debe al ingenio y escepticismo de Ushiromiya Battler, el antihéroe de la serie. Battler está convencido que Beatrice utiliza ingeniosos trucos para simular las muertes y que los eventos en la isla no son más que mero ilusionismo. Y así como en el caso de Beatrice, las interpretaciones de Ushiromiya Battler y su relación con Beatrice son mucho más prolíferas de la mano de los fans.
Un punto fuerte de esta serie es que todos los personajes son explorados a cabalidad, aquí no hay capítulos de relleno dedicados a personajes secundarios sin importancia. Todo lo contrario, todas las historias de los miembros de la familia Ushiromiya son explorados a la luz de su relación con Beatrice y de la complejidad de la interacción familiar y de sus secretos.
Esta es una muy buena serie para los que disfrutan del gore y del desafío mental de los juegos de estrategia.



















